Charles Leclerc dio a Ferrari una victoria largamente esperada en el Gran Premio de Italia, llevándose el triunfo en el legendario circuito de Monza cinco años después de la última vez que la Scuderia celebró en casa. Desde el inicio, Leclerc mostró su determinación, utilizando una estrategia de una sola parada en pits que le permitió mantener la delantera pese a la presión de los McLaren.
Oscar Piastri y Lando Norris estuvieron al acecho durante toda la carrera, con ambos pilotos de McLaren demostrando un ritmo impresionante. Sin embargo, pequeñas imprecisiones les costaron la posibilidad de arrebatarle el primer lugar al monegasco, quien supo defender su posición hasta el final.
La carrera fue una montaña rusa de emociones, con Leclerc cerrando el día con un «Mamma mia» en la radio que reflejaba la intensidad vivida en pista. El mexicano Sergio Pérez cerró en octava posición, mientras que Max Verstappen finalizó sexto, un resultado inesperado para el líder del campeonato.