Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, salió del Centro Penitenciario de Alta Seguridad de Terre Haute, en Indiana, Estados Unidos, este 30 de agosto. El narcotraficante se declaró culpable en 2009 de cinco cargos por tráfico de cocaína y mariguana, lavado de dinero y amenazas contra agentes de seguridad.
Una jueza federal de Brownsville, en Texas, aceptó la recomendación de la fiscalía estadunidense para imponerle una sentencia de 25 años de prisión gracias a que llegó a un acuerdo de culpabilidad.
Se le tomó en cuenta el tiempo que pasó detenido en México, tras su arresto en 2003 y su extradición posterior a Estados Unidos; también por buena conducta su tiempo en prisión se redujo.
Al momento de su arresto, Cárdenas Guillén era considerado “uno de los más buscados, violentos y temidos narcotraficantes en el mundo” según el gobierno de los Estados Unidos, y se le consideraba responsable mayor “de las guerras de tráfico de drogas y los baños de sangre a lo largo de la frontera con México que provocó la muerte de aproximadamente 2 mil personas”.