Pável Dúrov, fundador de la aplicación Telegram, fue detenido por agentes de la Gendarmería de Transporte Aéreo (GTA), debido a la falta de cooperación con las autoridades. La detención se llevó a cabo cuando bajaba de su jet privado en la pista del aeropuerto de Le Bourget, París; acompañado por su guardaespaldas y una mujer.
Llegando de Azerbaiyán, la Oficina de Menores (OFMIN), encargada de prevención de la violencia contra los menores, había emitido una orden de arresto contra Dúrov como parte de una investigación preliminar sobre varios delitos.
Asimismo, investigadores de la ONAF (Oficina Nacional Antifraude adscrita al departamento de aduanas) lo notificaron y lo pusieron bajo custodia policial.
Deberá ser presentado ante un juez, permaneciendo en prisión preventiva, por delitos como terrorismo, estupefacientes, complicidad, estafa, blanqueo de dinero, recepción de bienes robados, contenido delictivo infantil, entre otros.
La Justicia francesa acusa al empresario franco-ruso de haber permitido la comisión de crímenes múltiples al negarse a intervenir y moderar las actividades en su plataforma.
La detención de Dúrov ha provocado una ola de preocupación en la comunidad tecnológica y entre los defensores de la libertad en internet.
Telegram, con cerca de mil millones de usuarios, es conocida por su enfoque en la privacidad y el cifrado, características que la han hecho popular pero también controvertida.