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La Premier League ha introducido una medida inédita para la temporada 2024-25 que ha generado un intenso debate en el mundo del fútbol. A partir de ahora, los árbitros deberán declarar sus preferencias futbolísticas al inicio de cada temporada, una decisión que busca evitar conflictos de interés tras el controvertido episodio del año pasado. En esa ocasión, el Nottingham Forest acusó a Stuart Attwell, árbitro del VAR, de ser simpatizante del Luton Town, un rival directo en la lucha por la permanencia.

La controversia llevó al PGMOL, el organismo que regula el arbitraje en Inglaterra, a tomar cartas en el asunto. Howard Webb, su director, confirmó que los árbitros deberán rellenar formularios detallando cualquier interés específico que tengan en algún equipo. Aunque se especuló que esta información sería de dominio público, Webb aclaró que los detalles no se divulgarán, pero estarán disponibles internamente para garantizar la imparcialidad en las designaciones de partidos.

Esta nueva regulación ha sido recibida con opiniones divididas. Mientras algunos aplauden la transparencia, otros dudan de su efectividad y temen que pueda generar más desconfianza en el arbitraje. La Premier League, sin embargo, sostiene que esta es una medida necesaria para proteger la integridad del juego.