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Saúl “Canelo” Álvarez sorprendió al mundo del boxeo al declarar públicamente su desacuerdo con la Federación Internacional de Boxeo (FIB), que decidió retirarle su cinturón de campeón mundial supermediano. Esta decisión se debió a la negativa de Canelo de enfrentar al cubano William Scull, retador obligatorio de la FIB, por considerarlo un oponente sin renombre dentro de la categoría de las 168 libras. Este movimiento estratégico del mexicano ha generado controversia y debate entre los aficionados y expertos del boxeo.

En sus declaraciones, Canelo fue enfático en su postura: “¿Quién es William Scull? Nunca he oído hablar de él. No voy a hacer lo que ellos quieran. Voy a hacer lo que yo quiera”. Esto comentó el renombrado boxeador mexicano, quién enfatizó, tener derecho de elegir rivales que estén a su nivel, basándose en su larga trayectoria y éxitos dentro del cuadrilátero. Según Canelo, no es el título lo que define a un campeón, sino el campeón quien da valor al título.

Ahora, con su mirada puesta en el futuro, Canelo se prepara para enfrentarse a Édgar Berlanga el 14 de septiembre, en una pelea que promete ser de leyenda. Los títulos del CMB, AMB y OMB estarán en juego, lo que aumenta la expectativa sobre si Canelo podrá mantener su estatus de campeón en estas organizaciones y si buscará recuperar el título de la FIB en algún momento.