En una gesta que quedará en la historia del ciclismo, el neerlandés Harrie Lavreysen se coronó como el rey indiscutible del sprint al conquistar su tercer título olímpico en los Juegos 2024, completando así un triplete dorado en las pruebas de velocidad. Este domingo, en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, Lavreysen se impuso en la final de keirin, superando a los australianos Matthew Richardson, quien se llevó la plata, y Matthew Glaetzer, que obtuvo el bronce.
Con esta victoria, Lavreysen se une al selecto grupo de ciclistas que han logrado ganar las tres pruebas de velocidad en unos mismos Juegos Olímpicos: velocidad individual, velocidad por equipos y keirin. Antes que él, solo los británicos Chris Hoy en Pekín 2008 y Jason Kenny en Río 2016 habían conseguido esta proeza.
Este triunfo marca el quinto título olímpico en la carrera de Lavreysen, sumándose a las medallas obtenidas en Tokio 2020, donde solo se le escapó el oro en keirin, llevándose el bronce en esa ocasión. A sus 27 años, el ciclista neerlandés ha demostrado ser una fuerza imparable en el ciclismo de pista, ratificando su dominio absoluto en esta disciplina.
El dramático final de la carrera estuvo marcado por un accidente que involucró a varios competidores, entre ellos el malayo Muhammad Shah Firdaus Sahrom, el japonés Shinji Nakano y el británico Jack Carlin, quienes salieron disparados por la pista en una demostración del peligro y la velocidad que caracterizan al keirin.