La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, reconoció ante el Congreso que el intento de asesinato al expresidente Donald Trump, supuso el «mayor fracaso operativo» de la agencia «en décadas».
Este lunes se llevó a cabo su audiencia ante un comité de la Cámara de Representantes, donde Cheatle asumió «la responsabilidad completa» del lapso en «seguridad» de su agencia y aseguró que están cooperando con las investigaciones en curso sobre el atentado.
Cheatle dijo que tenía presente a Trump y a su familia y expresó sus condolencias a las víctimas del tiroteo de ese día, entre ellas Corey Comperatore, el bombero que asistió ese día al mitin y murió protegiendo a su familia, y James Copenhaver, quien recibió un disparo.
Kimberly Cheatle aseguró que «movería cielo y tierra» para asegurarse de que un suceso similar no vuelva a repetirse.
La directora también se dijo orgullosa “de las acciones llevadas a cabo por el equipo del ex presidente, el equipo de francotiradores que neutralizó al pistolero y el equipo táctico que proporcionó cobertura durante la evacuación», dijo.
Es la primera aparición de Cheatle ante los legisladores desde el tiroteo del 13 de julio que dejó un espectador muerto. Trump resultó herido en la oreja y otros dos asistentes resultaron heridos después de que Thomas Matthew Crooks disparó desde un edificio cercano.