ONUSIDA celebró que en México quedaron prohibidas las prácticas de las llamadas “terapias de conversión”, lo cual “contribuirá a garantizar la salud pública. Todos los países deberían seguir el ejemplo de México”, declaró Luisa Cabal, Directora Regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe.
En un comunicado, el organismo señaló que expertos en salud y derechos humanos han condenado dichas “terapias” por causar graves trastornos psicológicos.
De acuerdo con el texto, la experiencia de ONUSIDA ha demostrado que el estigma y la vergüenza alejan a las personas de los servicios sanitarios esenciales y de los sistemas de apoyo, incluidos los de prevención, pruebas, tratamiento y atención del VIH.
“Las pruebas son claras”, afirmó Cabal. “Las prácticas estigmatizantes perjudican la salud pública. Garantizar la inclusión, la aceptación y el respeto de los derechos humanos de todas las personas es vital para proteger la salud de cada una. El estigma mata, y la solidaridad salva vidas”.