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El Clásico Nacional en el Estadio Akron concluyó con un empate sin goles entre Chivas y América, dejando la resolución del pase a la Semifinal para el segundo partido en el Estadio Azteca. Los equipos, sabedores de que quedan 90 minutos más, optaron por la precaución.

El encuentro comenzó con una fase de estudio mutuo, donde ambas escuadras mostraron imprecisiones. Esta tónica de asentarse y ganar confianza sin arriesgar demasiado predominó en los primeros minutos.

Chivas intentó inyectar dinamismo al juego con rápidas transiciones de defensa a ataque. ‘Piojo’ Alvarado protagonizó una de las primeras jugadas relevantes al ser derribado por Igor Lichnovsky, acción que le valió la tarjeta amarilla al defensor del América. Poco después, Pável Pérez tuvo una oportunidad al recibir un pase filtrado, penetró en el área y disparó, pero su intento se fue desviado del arco.

Las opciones para Chivas continuaron; Alvarado tuvo otra oportunidad con la pelota controlada, pero la presión defensiva impidió un remate efectivo. Del lado de América, las acciones ofensivas fueron escasas, destacando un disparo de Fidalgo que se elevó por encima del arco.

En la segunda mitad, los cambios llegaron con la intención de revitalizar los esquemas. Chivas introdujo al ‘Oso’ González y América a Quiñones, buscando frescura y nuevas dinámicas en el campo. Chivas aumentó su ímpetu ofensivo con disparos de ‘Pocho’ Guzmán y otro intento más de Alvarado, forzando a Ángel Malagón a desviar el balón a tiro de esquina.

Los técnicos siguieron moviendo sus piezas; Chivas trajo a Cowell y Chicharito al campo, mientras América apostó por Brian Rodríguez y Richard Sánchez, buscando mantener la intensidad.

El partido, marcado por la cautela de ambos equipos, refleja la tensión de lo que está en juego. Una noche sin goles que promete una revancha épica en el Estadio Azteca, donde el objetivo será mantener el marcador en cero o lograr la ventaja mínima necesaria para avanzar.