Durante la celebración de la victoria de los Kansas City Chiefs en el Super Bowl el miércoles, un tiroteo afectó a 22 personas, incluyendo a ocho niños, causando pánico entre los asistentes que buscaban refugio. Este incidente, que resultó en un muerto, añadió otra sombra de violencia armada a un evento público masivo. La Jefa de Policía de Kansas City, Stacey Graves, informó en una rueda de prensa sobre el número de víctimas y la detención de tres individuos, aunque no se proporcionaron detalles sobre los sospechosos ni el motivo del ataque.
Graves expresó su indignación por la situación y la expectativa de seguridad que debería prevalecer en tales celebraciones. Este suceso se suma a una serie de incidentes violentos relacionados con eventos deportivos en Estados Unidos, incluyendo tiroteos en Denver y cerca de un desfile de los Texas Rangers.
Videos circulando en redes sociales capturaron momentos de caos y terror, con la policía y civiles respondiendo al incidente. La violencia armada ha sido una problemática constante en Kansas City, lo que ha llevado a iniciativas tanto locales como federales para abordar el crimen violento. El alcalde Quinton Lucas, junto con otros alcaldes, ha instado a la implementación de medidas más estrictas para controlar la violencia armada, como la verificación universal de antecedentes.
Con información de AP.